Quizás usted ha escuchado el refrán que dice “las cuentas claras y el
chocolate espeso”, o algunas frases relacionadas como: “no me vayas a salir con
cuentas mochas” o “No le salen las cuentas”; infinidad de comentarios al
respecto de un mal o turbio administrador. Cada día se hace patente que lo que
es; no es lo que parece, o mejor dicho, que esta tan manipulada la
administración y tan doble o triple la moral, que no se sabe donde quedo la
bolita, como se dice popularmente.
Me quiero encausar a la honestidad de cada uno de los que trabajamos, no
quiero hacer polvo con los administradores del pueblo. Ahora me gustaría
iniciar en donde hay gente administrando dinero de un patrón, si el que
administra el almacén, el que está aplicando laca, suministra medicamentos a un
paciente o el que se encarga de comprar todo tipo de enseres. Quizás el que
trabaja por tiempo o por un evento determinado, TODOS y cada uno ¿estaríamos en
posición de entregar las cuentas al cierre de nuestro día? Si el pago es por
día, ¿crees que con lo que hiciste se pago tu salario? Esto sin aportar a la
ganancia de la empresa. Ya que Tu salario además tiene un costo de la
proporción de renta, desgaste de maquinas y todo el gasto que se genera para
poder “mantener” tu trabajo disponible para que lleves dinero a Tu casa.
Pues bien, si iniciamos con que la parte más baja da la pirámide, la
gente que “mueve” con su sudor cualquier industria, debe de haber congruencia
en su remuneración sea acorde a su esfuerzo, desde ahí tenemos desconexiones en
toda la estructura de nuestra industria, conste que el dinero nunca ha sido el
mayor satisfactor dentro de un trabajo, es superado por el reconocimiento, la
integración y la educación.
Esta mano de obra, es la que se aquilata menos, pero es la que inclina
la balanza de la productividad. Desde luego que un obrero bien informado,
motivado y educado; expresa ideas nuevas, mejora su productividad y genera un
clima de trabajo de alta producción, iniciando un círculo virtuoso que no solo
se refleja en la sociedad en la que se desenvuelve El y su familia, en todo lo
que hace y genera busca la superación.
El otro lado de la moneda, es un círculo destructivo tanto del tejido
social, como del individuo, generado por un obrero sin educación cívica, mal
informado y egocéntrico. Provocando la desintegración familiar, la búsqueda de
dinero rápido y fácil, siendo presa del crimen organizado y más lejos, parte de
la estadística del reclutamiento del crimen organizado y próximamente de las
víctimas del mismo grupo.
Es en esta disyuntiva, en donde las empresas deben de cubrir su
responsabilidad y generar socialmente certidumbre entre sus agremiados. Desde
luego la relación obrero-patrón, debe ser un esquema ganar-ganar para ambos,
esta relación se verá fortalecida cuando el beneficio de pertenencia a la
empresa toca a la familia, tanto en beneficios directos (uniformes, despensa,
cursos de superación, regalías a grupos de trabajadores) como indirectos
(presencia en la comunidad, identificación de sus productos como de
excelencia).
Esta responsabilidad compartida, podría fusionarse con las instituciones
de educación o algunos organismos descentralizados, promoviendo cursos de
motivación, superación o técnicos del trabajo especifico. La superación si es
un detonador de la motivación y un elemento esencial en la reconstrucción del
tejido social.
La transparencia y honestidad de nuestros actos, hacen evidente nuestro
estado de ánimo o nivel de satisfacción, nunca estaremos conformes con nosotros
mismos mientras nos llevemos enseres del trabajo, para uso en el hogar (o con
nuestros familiares); “matemos” el tiempo laboral con platicas de críticas a
compañeros o conocidos; usemos la influencia del trabajo, en beneficios
personales, Todo recae en una falsa superación que nos aventura a actuar como
viles “rateros hormiga” o “saludar con sombrero ajeno”, que tarde o temprano
exhibirán nuestra realidad y que nos dejara vacios, sin trabajo y quizás con
problemas legales.
Todo inicia en la honestidad y la transparencia personal, esta no harán
eco en toda la sociedad mientras no participemos, no aclaremos, no iniciemos exigiéndonos
cuentas personales; las relaciones laborales son simples, nos contratan para
generar riqueza, a cambio de una parte de ella, cuando la riqueza que se genera
no es suficiente o el estar ahí implica perder dinero, la relación se debe de
extinguir en beneficio de la empresa. Las cuentas son simples y siempre se
hacen con 2 operaciones suma y resta; aunque la via corta dice que se puede multiplicar,
lo único que se provoca es dividir.
A mi mis timbres……
- Ningún hombre honesto se hace rico en un momento. Refrán
- El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento. Victor Pauchet (Medico Francés)
- La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho. Jonas Edward Salk (Médico estadounidense)
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