viernes, 9 de julio de 2010

Las bebidas energéticas, si o no?

La bebida energética o también conocida como “energy drinks” o “Power Shots” (PS); se define por ser una sustancia que mejora el rendimiento a la hora de practicar deporte, sobre todo en casos de jugadores de pruebas largas o de alto rendimiento. Este tipo de bebidas, fue creado en Austria por Dietrich Mateschitz y después de minuciosos estudios científicos y médicos fue lanzada al mercado con la marca “Red Bull” en 1987. La base de estas bebidas contiene generalmente algunas de estas sustancias: taurina, guaraná, cafeína, vitaminas, minerales y Carbohidratos (glucosa, sacarosa, maltodextrinas, fructosa o galactosa). Una estimación del mercado mundial señala que, actualmente, se producen alrededor de 5.000 millones de envases por año, con un crecimiento sostenido desde el 2004. Este tipo de bebidas aceleran la hidratación, lo que es muy útil para los deportistas. Sin embargo, su alto consumo puede provocar dolor de cabeza, insomnio, malestar gastrointestinal o incluso un efecto laxante.
En términos prácticos, es una bebida que estimula el sistema nervioso central “ocultando” la fatiga y dotando de un alto contenido energético para mejorar el desempeño, aumentar la habilidad mental y desintoxicar el cuerpo. Debido a estos efectos efímeros esta considerado como dopaje ante el Comité Olímpico Internacional.
En recientes fechas se han popularizado entre los jóvenes y de manera más acentuada, entre los menores de 25 años quienes las consumen como si fuera una soda o algún tipo de bebida refrescante, sin considerar los efectos secundarios que esta bebida puede acarrear. Uno de los efectos más simples es la dependencia, el cuerpo fácilmente asimila la energía proveniente de la bebida, a lo que llega a acostumbrarse con rapidez, cayendo en la dependencia al desaparecer el efecto de la maravillosa bebida, en consecuencia el cansancio y fatiga de la abstinencia.
El mayor riesgo viene al combinar una bebida energizante con el alcohol o cualquier otro tipo de droga, debido a que las bebidas energizantes son bebidas estimulantes, y las alcohólicas son bebidas depresivas que al ser mezcladas pueden inhibir los efectos del alcohol aumentando el consumo del mismo, moviendo el umbral al que el cuerpo tolera el alcohol en la sangre, Los efectos depresivos del alcohol se quedan presentes y pueden causar en la persona vómito mientras duermen y una depresión respiratoria que puede ocasionar un paro respiratorio. Ambos, las bebidas energéticas y el alcohol, son diuréticos. Esta deshidratación puede suprimir la habilidad del organismo de metabolizar el alcohol ingerido y aumentar la intoxicación y como consecuencia alto riesgo de un coma etílico.
Es cierto que los efectos, son de leve a moderado del abuso de estas bebidas, pero el tomar de mas de dos en un dia y prolongar su uso en mas de 30 días, trae por consecuencia diversos trastornos de tipo funcional al cuerpo, desde estreñimiento, problemas intestinales, taquicardia, problemas circulatorios y de control respiratorio.
Por otro lado existe una asociación directa en el incremento de enfermedades obstructivas del corazón, según Hugo Ricardo Hernández García jefe de la División de Cardio-Tórax del Hospital de Especialidades del IMSS Jalisco. Quien comenta que existe un alarmante aumento en problemas de este tipo en el grupo de menores de 40 años.
Tan solo en Jalisco son atendidos al mes entre 10 y 12 pacientes que aún no llegan a la cuarta década de vida y ya presentan patología cardiaca grave.
“Estamos ante una epidemia de enfermedad cardiaca en jóvenes, cada vez son más los adultos jóvenes con diabetes, hipertensión, obesidad y tabaquismo; mujeres con grados importantes de alcoholismo en etapas tempranas, el uso de anticonceptivos sin prescripción y el estrés son factores que propician el padecimiento”, dijo.
Indicó que es un problema muy grave, sobre todo si de toma en cuenta que en seis de cada 10 cardiópatas que aún no cumplen los 40 años, la primera manifestación de la enfermedad es la muerte súbita.
Enfatizó que si se controla el origen del problema, se puede revertir la tendencia actual del mismo, “las recomendaciones básicas se circunscriben a no mezclar las bebidas energéticas con alcohol, no fumar, hacer más ejercicio y eliminar el azúcar, la sal y las grasas de la dieta”.
¿Que se puede esperar de un adulto mayor, cuando de joven recurre a estas bebidas para incrementar su lucidez y su energía? después de que estas bebidas ya no les proporcionen los niveles deseados de bienestar (olvidándose del estrés, cansancio físico, aumentando su estado de alerta) ¿Que tanto dañan de manera sensible sus órganos internos el tomar bebidas antagónicas con respecto del trabajo del hígado (estimulante VS depresivo)? El tiempo que es el que cobra la factura, podrá dirimir estas conjeturas. Pero cada uno será el portador de ese cuerpo que quizás devore alimentos 100% orgánicos y consuma productos que no dañen la capa de ozono, que esta consumiendo mas energía y alimentos de los que puede “gastar” en trabajo físico, forzando el cuerpo a permanecer en periodos largos de alerta y periodos prolongados de sueño, descontrolando por completo los ciclos naturales del cuerpo.
A mi mis timbres……
De mis disparates de juventud lo que más pena me da no es el haberlos cometido, sino el no poder volver a cometerlos. Pierre Benoit (Novelista francés)
No me siento viejo porque tenga tantos años tras de mí, sino por los pocos que tengo por delante. Ephraim Kishon (Escritor israelí)
Tu cuerpo es templo de la naturaleza y del espíritu divino. Consérvalo sano; respétalo; estúdialo; concédele sus derechos. Henry F. Amiel (Escritor suizo)

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