martes, 13 de noviembre de 2012

Cuestión de Fe


La decisión de otorgar o prescindir la confianza a otra persona o institución, es una apreciación de índole personal y básicamente es construida, quizás reforzada, por la credibilidad o la buena Fe que se tenga de la mencionada persona o institución. Todas las transacciones humanas (afecto, economía, salud y bienestar, por mencionar algunas) se rigen por negociaciones en las que rigen la Fe, si llegamos al punto en que ya no creemos en las instituciones, ni en la autoridad y tampoco en muchas personas que nos rodean, estaríamos en un estado de perdida completa de la Fe.
Las crisis económicas de los países, la salida masiva de capitales de ‘paraísos fiscales’ se vienen estrepitosamente al suelo, debido a demostraciones, declaraciones y actos que destruyen la confianza que en ellos se ha depositado. Haciendo una imagen nueva y reveladora del riesgo que involucra seguir confiando en esas instituciones.
La sociedad actual está cruzando por una etapa de deterioro, una facilidad para destruir tanto verbal como físicamente; una cantidad enorme de información de la que se duda si es verdad o mentira, dejando un abismo de duda y en el colectivo una insatisfacción de saberse timado o usado, cual manada pastoreada por algún poder factico (real o ficticio, que tampoco se sabe de dónde emana o si existe realmente).
En esta nueva sociedad, el poder no se encuentra en la razón o la verdad, se busca el poder con la afinidad, con lo que la gente cree, con lo que la gente acepta como correcto y la sociedad acepta como tal, lo adopta como algo ‘regular’ y valido. Lo que la gente va adaptando como sus valores, como contrapeso a su diario trajinar, lo que la sociedad no critica y penaliza, lo que viene adaptándose generación tras generación, que se critica un poco cuando inicia, pero se va forjando cual rama de un árbol, que va madurando y engrosando hasta ser un tronco firme al que se toma como soporte para nuestras decisiones.
Este problema de credibilidad y de Fe, es un padecimiento mundial. Nuestra sociedad actual se vuelve cada vez más incrédula y dócil a las adulaciones, cada vez más consumista y materialista.
Debido a esta ‘distorsión’ social y a ciertas nuevas costumbres adquiridas, la iglesia católica por vía de su santidad Benedicto XVI ha instaurado el año de la Fe (del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013) con el objetivo de impulsar un encuentro personal con Dios, reestructurar el tejido social mediante la promoción activa de los fieles en la iglesia y la promoción evangélica en todo el mundo.
Esta carencia de Fe, este vacío individual, esta desconfianza en el prójimo, está tornando a nuestra sociedad frívola, violenta y deshumanizada, centrándonos en satisfactores individuales sin importar ética o moral alguna, el objetivo es la satisfacción personal sin adquirir ningún compromiso, sin esperar nada en el futuro, simplemente el ahora y el momento.
Por desgracia, el futuro se está volcando ante nosotros sin piedad y puntual, cada 24 horas, le cambia el número al día, con el pasar de estos, llegan los meses, el cambio de estación y por consiguiente el cambio de año, impulsando a los niños a ser adultos, a los jóvenes en personas productivas y a los mayores en adultos mayores, haciendo ese vacío personal más amplio, ese hueco que no se puede llenar con vicios, con dinero, incluso ni con trabajo. Ese espacio reservado para Dios, es ‘la Fe que mueve montañas’, también es el principal motivo para buscar el bienestar del prójimo, el que ensancha el pecho cuando ayudamos en las desgracias o a los necesitados, es el móvil para buscar eternizarnos al procrear.
Esta renovada Fe, no es solo la Fe que la iglesia católica promueve, es la Fe que se necesita para fincar un futuro, es el sincerarse y actuar con valor, a cabalidad, pagar infracciones, impuestos y salarios justos; Es el trabajar completa la jornada que me pagan, es abrirse al amor y comprometerse con el ser amado, es buscar el bienestar de las personas a las que amo, dando todo lo mejor que hay en mí. Es cambiar hábitos destructivos, por hábitos saludables. Es dejar descansar la lengua, para que el cuerpo pueda demostrar todo el trabajo que puede hacer, esta renovada sociedad dejaría la violencia por la comprensión y los vicios por las actividades productivas, solo basta creer y actuar, con el apoyo de todos, el bienestar llegara solo.

A mi mis timbres….

  • El amor propio es el peor de los aduladores. François de la Rochefoucauld (Escritor francés)
  • Una fe: he aquí lo más necesario al hombre. Desgraciado el que no cree en nada. Victor Hugo (Novelista francés)
  • No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias. Mahatma Gandhi (pensador indio)

Cyber Note:

http://www.elfinanciero.com.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=45308&Itemid=26 un medico mexicano creó una solución para hidratar cadáveres, permitiendo esclarecer la identidad o la causa de la muerte, incluso pudiendo recuperar información que conduzca a algún sospechoso.

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