Hace un par de días, leí una entrevista en Milenio, a José Enrique Jiménez (El wicked) presunto asesino de la activista Marisela Escobedo y confeso de cientos de personas (así lo ha mencionado), de profesión sicario, se encargo de hacer la limpieza de los Aztecas y del cártel de Juárez.
A lo largo de la entrevista, sorprende al reportero Víctor Hugo Michel, la cortesía y amabilidad de su entrevistado, quien en varias ocasiones y consistentemente aclara que El efectuaba su trabajo con eficiencia y pasión, como lo hacemos cualquier otro. La pregunta obligada y quizás más inquisidora fue si sentía remordimiento, que platicara de su primer crimen a lo que contesto: “No pues, de verdad, las cosas que hice no me gusta platicarlas mucho. He llegado a dejar todo eso atrás. No me gusta acordarme. Me trae remordimientos”.
Fuera del contexto moral y social de este individuo, su exposición me queda bastante clara, que El debía de estar “equilibrado” emocionalmente para poder ganar el envío a quien era su objetivo, cuerdo y alerta, en buen estado físico para reaccionar y cumplir el mandato. Su record lo menciona en cientos y fueron las veces que debió de acertar a la primera, sin fallas, por lo que el seguir vivo, en esa “profesión” es sinónimo de éxito.
Quiero hacer énfasis en estas palabras que mencionó “He llegado a dejar todo eso atrás”, es decir no quiero ser consciente de lo que causo o de lo que hago, simplemente cumplo ordenes y completo mis asignaciones, una a la vez, siempre voy por mi objetivo y lo cumplo, con la misma pasión y entrega que lo hace cualquier profesional (efectivo, eficiente y productivo).
Vamos cambiando diametralmente a la fecha más radical de México, 02 de octubre de 1968 (hace 45 años, lo más seguro es que casi 70% de los que vivieron esos acontecimientos ya murieron) es una fecha que deberíamos acotarla en el contexto de un gobierno totalitario, autócrata y sin lugar a críticas, un mitin estudiantil apoyado y dirigido por economías no americanas, un gobierno de estados unidos presionando por sofocar y detener la ingobernabilidad, resultaron en el peor escenario posible.
Por coincidencia de muchos factores, algunos de esos líderes son ahora políticos de renombre, ocuparon escaños y esas 45 manifestaciones, solo les ha servido de presión política para lograr más espacios y escaños. Los jóvenes muertos en esa fecha, se deberían dejar descansar, no pido que se olvide el hecho lamentable, lo que pido es que no se levante la voz reverberando un hecho brutal, en una época de brutos, no podemos permitirnos estar cada año gritando el dolor de las victimas de hace 45 años, es preciso renovar y actualizar nuestras consignas, buscar y pelear nuestro entorno, nuestros problemas del 2013.
Como podemos seguir permitiendo 500 diputados, como podemos permitir que cada estado cuente con un presupuesto mayor para el congreso que para sus cuerpos de auxilio y emergencia, como podemos permitir que en cada estado se cambie “a modo” el uso de suelo y puedan construir viviendas en las márgenes de ríos o zonas de alto riesgo, que con el tiempo traerán cientos o miles de personas con problemas de inundaciones o damnificada por la naturaleza. Como permitimos que el gobierno no se imponga y haga valer su calidad de autoridad ante las manifestaciones de pseudo-profesores que brutalmente destrozan y dañan todo a su paso.
Es muy importante hacer sentir al estado el poder de la sociedad, pero en un estado de derecho, es vital que cada manifestación sea registrada y avalada por sus dirigentes, fincando cargos por sus desmanes y destrozos a los líderes de esas asociaciones, por que el uso de las áreas publicas todos somos dueños y el estado rige la convivencia, por lo que a Él le toca conservar la paz y el orden.
El pasado nunca podrá ser modificado por alguna acción actual, es menester que sepultemos los recuerdos nocivos, los que nos dañan, los que no nos permiten abrirnos a nuevos acontecimientos y demos paso al presente, a este nuevo día, a esta nueva realidad en donde tenemos el compromiso de ser mejores, de ser profesionales y con pasión dedicarnos a lo nuestro, un solo objetivo a la vez, esa sin duda es la mejor herramienta para construir el futuro.
A mi mis timbres…..
A lo largo de la entrevista, sorprende al reportero Víctor Hugo Michel, la cortesía y amabilidad de su entrevistado, quien en varias ocasiones y consistentemente aclara que El efectuaba su trabajo con eficiencia y pasión, como lo hacemos cualquier otro. La pregunta obligada y quizás más inquisidora fue si sentía remordimiento, que platicara de su primer crimen a lo que contesto: “No pues, de verdad, las cosas que hice no me gusta platicarlas mucho. He llegado a dejar todo eso atrás. No me gusta acordarme. Me trae remordimientos”.
Fuera del contexto moral y social de este individuo, su exposición me queda bastante clara, que El debía de estar “equilibrado” emocionalmente para poder ganar el envío a quien era su objetivo, cuerdo y alerta, en buen estado físico para reaccionar y cumplir el mandato. Su record lo menciona en cientos y fueron las veces que debió de acertar a la primera, sin fallas, por lo que el seguir vivo, en esa “profesión” es sinónimo de éxito.
Quiero hacer énfasis en estas palabras que mencionó “He llegado a dejar todo eso atrás”, es decir no quiero ser consciente de lo que causo o de lo que hago, simplemente cumplo ordenes y completo mis asignaciones, una a la vez, siempre voy por mi objetivo y lo cumplo, con la misma pasión y entrega que lo hace cualquier profesional (efectivo, eficiente y productivo).
Vamos cambiando diametralmente a la fecha más radical de México, 02 de octubre de 1968 (hace 45 años, lo más seguro es que casi 70% de los que vivieron esos acontecimientos ya murieron) es una fecha que deberíamos acotarla en el contexto de un gobierno totalitario, autócrata y sin lugar a críticas, un mitin estudiantil apoyado y dirigido por economías no americanas, un gobierno de estados unidos presionando por sofocar y detener la ingobernabilidad, resultaron en el peor escenario posible.
Por coincidencia de muchos factores, algunos de esos líderes son ahora políticos de renombre, ocuparon escaños y esas 45 manifestaciones, solo les ha servido de presión política para lograr más espacios y escaños. Los jóvenes muertos en esa fecha, se deberían dejar descansar, no pido que se olvide el hecho lamentable, lo que pido es que no se levante la voz reverberando un hecho brutal, en una época de brutos, no podemos permitirnos estar cada año gritando el dolor de las victimas de hace 45 años, es preciso renovar y actualizar nuestras consignas, buscar y pelear nuestro entorno, nuestros problemas del 2013.
Como podemos seguir permitiendo 500 diputados, como podemos permitir que cada estado cuente con un presupuesto mayor para el congreso que para sus cuerpos de auxilio y emergencia, como podemos permitir que en cada estado se cambie “a modo” el uso de suelo y puedan construir viviendas en las márgenes de ríos o zonas de alto riesgo, que con el tiempo traerán cientos o miles de personas con problemas de inundaciones o damnificada por la naturaleza. Como permitimos que el gobierno no se imponga y haga valer su calidad de autoridad ante las manifestaciones de pseudo-profesores que brutalmente destrozan y dañan todo a su paso.
Es muy importante hacer sentir al estado el poder de la sociedad, pero en un estado de derecho, es vital que cada manifestación sea registrada y avalada por sus dirigentes, fincando cargos por sus desmanes y destrozos a los líderes de esas asociaciones, por que el uso de las áreas publicas todos somos dueños y el estado rige la convivencia, por lo que a Él le toca conservar la paz y el orden.
El pasado nunca podrá ser modificado por alguna acción actual, es menester que sepultemos los recuerdos nocivos, los que nos dañan, los que no nos permiten abrirnos a nuevos acontecimientos y demos paso al presente, a este nuevo día, a esta nueva realidad en donde tenemos el compromiso de ser mejores, de ser profesionales y con pasión dedicarnos a lo nuestro, un solo objetivo a la vez, esa sin duda es la mejor herramienta para construir el futuro.
A mi mis timbres…..
- Si el presente trata de juzgar el pasado, perderá el futuro. Winston Churchill (Político británico)
- Añorar el pasado es correr tras el viento. Proverbio ruso
- El pasado es una colección interminable de horrores que sólo merece el más completo de los olvidos; el futuro, una incógnita poco confiable que es preciso asegurar; el presente, el campo de batalla donde hay que garantizarse la vejez. Ernesto Mallo (periodista argentino)
Cyber Note: http://www.redpolitica.mx/metropoli/una-mirada-45-anos-de-la-masacre-en-tlatelolco-cronologia por si quiere saber un poco de lo sucedido hace 45 años, aquí hay algo de historia.
Artículo publicado el 05 de Oct. 2013, en el semanario Guía, de Ocotlán, Jalisco.
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