Como ha sido un compromiso de todos los Ocotlenses, cada 20 de Septiembre, veneramos al Señor de la Misericordia, una tradición con la que todos hemos crecido en este maravilloso pueblo y como es una “verbena popular”, cada uno tiene una perspectiva de cómo hay que vivirla o festejar estos días.
En lo que me gustaría comentar el día de hoy, es en el aspecto “pagano” o “mundano” de la fiesta, es decir que el objetivo esencial, es una festividad religiosa, colateralmente la gente se reúne a festejar y departir en los días que a su gremio le corresponde, bueno, esa fue la tradición, que salvo el 20 de septiembre y el 3 de octubre, se abarrotan no tanto el templo, como las terrazas y cantinas.
Vamos a hacer una remembranza de antaño, cuando las terrazas se instalaban rededor de la plaza de armas, daba un gusto escuchar el mariachi, el norteño o la banda, el ambiente era “familiar”, ya que se estaba bajo el escrutinio y la mirada de la multitud, el mismo costo de la bebida, forzaba a que se tomara con discreción y el concurrir a estos lugares fuera un momento de algarabía y gusto familiar.
Había diferentes eventos (Palenque, carreras de caballos, charradas, toros, palo ensebado, eventos deportivos, bailes y alguna otra forma de diversión pública). Pero el objetivo siempre fue la fiesta y la algarabía, el convivio social y el brindar una hospitalidad a todos los visitantes (turistas o paisanos) que venían al municipio en estas fechas.
En los recientes años, hemos visto y vivido un deterioro en este acontecer, quizás la forma en que visualizo la vida de acuerdo a mi edad, quizás me toco vivir aquellos años, unos cuantos, por lo que puedo apreciar el cambio radical en los modos y las formas en que estas nuevas generaciones están “festejando” la gloria del Señor de la Misericordia.
Para comenzar, se otorgan permisos para “antros” en el núcleo de feria (poca iluminación, accesos reducidos y saturados, música con alto volumen y mucha distorsión) en la zona se permite la introducción de envases de vidrio (botellas, vasos y demás) posibles “proyectiles”, nunca me ha tocado ver una inspección personal por armas o edades (no alcohol a menores de edad) para el ingreso a esta zona.
Los pocos sanitarios cercanos al área son reducidos, insuficientes y sin aseo continuo, es decir hay pocas opciones ahí cerca, los que siguen de igual manera pero lejos. Así que las mujeres sufren por ir a los sanitarios realmente fuera de esta zona y los hombres, donde pueden, se voltean para un árbol o un recoveco y ahí evacuan, con todos los problemas que eso conlleva (higiene, aroma y demás contaminantes).
El objetivo de reunirse no es el de escuchar música, ver un evento, charlar o departir, simple y llanamente es haber quien toma más o quien toma de un mejor vino, pero es solamente alardear y exhibirse como tomador con clase, con su vaso de vidrio (así toman los “patrones”).
Por último los horarios y los días, en antaño al término de la quema del castillo, las familias se agrupaban y se replegaban a sus domicilios, quizás una hora un par adicionales entre semana y los fines de semana quizás un poco más. Ahora en día, los antros se atiborran al término del castillo, es decir la juerga inicia a las 23 – 24 horas concluyendo cuando el sol comienza a salir, es común ver jóvenes cualquier día amanecidos en la parranda. No me escandalizo y no me causa admiración, simplemente me da tristeza el imaginar que esta bella tradición de honrar al Señor de la Misericordia se vaya disolviendo año con año, llegando al momento de la no acción.
No tengo información de la planeación para este año, el aforo previsto para el núcleo de feria, ni mucho menos si existe un plan de contingencia o desalojo, el número de permisos de bar o de restaurant, lo que si les puedo asegurar, que todas las licorerías “cercanas” al núcleo de feria, harán su agosto. Ya que cada quien arrima lo que quiere, se planta donde puede y a tomar, poco importa si la “bolita” obstruye el paso o están en un punto de tráfico, aquí nos gusto y aquí nos plantamos.
Los invito tanto a los padres de familia, jóvenes y todo el público en general, la esencia de la fiesta es la iglesia, valdría la pena empujar a asistir la mayor cantidad de veces que podamos durante estos días, de hacer un acto de Fe un acto de reconciliación, de promover entre los nuestros este fervor y por último, bajarle 2 o 3 rayitas al festejo mundano, que mientras no nos excedemos todo marcha sobre ruedas y la alegría, se desborda por todos lados.
Evitemos las desgracias, digamos "No gracias" a ¡la última! y a ¡la caminera! Que son, casi siempre las de las desgracias.
A mi mis timbres…..
En lo que me gustaría comentar el día de hoy, es en el aspecto “pagano” o “mundano” de la fiesta, es decir que el objetivo esencial, es una festividad religiosa, colateralmente la gente se reúne a festejar y departir en los días que a su gremio le corresponde, bueno, esa fue la tradición, que salvo el 20 de septiembre y el 3 de octubre, se abarrotan no tanto el templo, como las terrazas y cantinas.
Vamos a hacer una remembranza de antaño, cuando las terrazas se instalaban rededor de la plaza de armas, daba un gusto escuchar el mariachi, el norteño o la banda, el ambiente era “familiar”, ya que se estaba bajo el escrutinio y la mirada de la multitud, el mismo costo de la bebida, forzaba a que se tomara con discreción y el concurrir a estos lugares fuera un momento de algarabía y gusto familiar.
Había diferentes eventos (Palenque, carreras de caballos, charradas, toros, palo ensebado, eventos deportivos, bailes y alguna otra forma de diversión pública). Pero el objetivo siempre fue la fiesta y la algarabía, el convivio social y el brindar una hospitalidad a todos los visitantes (turistas o paisanos) que venían al municipio en estas fechas.
En los recientes años, hemos visto y vivido un deterioro en este acontecer, quizás la forma en que visualizo la vida de acuerdo a mi edad, quizás me toco vivir aquellos años, unos cuantos, por lo que puedo apreciar el cambio radical en los modos y las formas en que estas nuevas generaciones están “festejando” la gloria del Señor de la Misericordia.
Para comenzar, se otorgan permisos para “antros” en el núcleo de feria (poca iluminación, accesos reducidos y saturados, música con alto volumen y mucha distorsión) en la zona se permite la introducción de envases de vidrio (botellas, vasos y demás) posibles “proyectiles”, nunca me ha tocado ver una inspección personal por armas o edades (no alcohol a menores de edad) para el ingreso a esta zona.
Los pocos sanitarios cercanos al área son reducidos, insuficientes y sin aseo continuo, es decir hay pocas opciones ahí cerca, los que siguen de igual manera pero lejos. Así que las mujeres sufren por ir a los sanitarios realmente fuera de esta zona y los hombres, donde pueden, se voltean para un árbol o un recoveco y ahí evacuan, con todos los problemas que eso conlleva (higiene, aroma y demás contaminantes).
El objetivo de reunirse no es el de escuchar música, ver un evento, charlar o departir, simple y llanamente es haber quien toma más o quien toma de un mejor vino, pero es solamente alardear y exhibirse como tomador con clase, con su vaso de vidrio (así toman los “patrones”).
Por último los horarios y los días, en antaño al término de la quema del castillo, las familias se agrupaban y se replegaban a sus domicilios, quizás una hora un par adicionales entre semana y los fines de semana quizás un poco más. Ahora en día, los antros se atiborran al término del castillo, es decir la juerga inicia a las 23 – 24 horas concluyendo cuando el sol comienza a salir, es común ver jóvenes cualquier día amanecidos en la parranda. No me escandalizo y no me causa admiración, simplemente me da tristeza el imaginar que esta bella tradición de honrar al Señor de la Misericordia se vaya disolviendo año con año, llegando al momento de la no acción.
No tengo información de la planeación para este año, el aforo previsto para el núcleo de feria, ni mucho menos si existe un plan de contingencia o desalojo, el número de permisos de bar o de restaurant, lo que si les puedo asegurar, que todas las licorerías “cercanas” al núcleo de feria, harán su agosto. Ya que cada quien arrima lo que quiere, se planta donde puede y a tomar, poco importa si la “bolita” obstruye el paso o están en un punto de tráfico, aquí nos gusto y aquí nos plantamos.
Los invito tanto a los padres de familia, jóvenes y todo el público en general, la esencia de la fiesta es la iglesia, valdría la pena empujar a asistir la mayor cantidad de veces que podamos durante estos días, de hacer un acto de Fe un acto de reconciliación, de promover entre los nuestros este fervor y por último, bajarle 2 o 3 rayitas al festejo mundano, que mientras no nos excedemos todo marcha sobre ruedas y la alegría, se desborda por todos lados.
Evitemos las desgracias, digamos "No gracias" a ¡la última! y a ¡la caminera! Que son, casi siempre las de las desgracias.
A mi mis timbres…..
- Un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir. Alberto Lleras Camargo (periodista colombiano)
- La gratitud es como aquel licor de Oriente que sólo se conserva en jarros de oro: perfuma las almas grandes y se agria en las pequeñas. Jules Sandeau (Novelista francés)
- El universo con todas sus pompas y con toda su hermosura es un caos para el hombre sin fe. Juan Valera (Escritor español)
Cyber Note: http://www.informador.com.mx/tecnologia/2013/485777/6/cientificos-logran-borrar-e-implantar-recuerdos-de-manera-artificial.htm “Nuestros recuerdos nos hacen quienes somos, pero algunos nos pueden dificultar mucho la vida”, es lo que afirma Courtney Miller, directora de un estudio sobre como “recuperar” recuerdos. El objetivo básico es la lucha contra el Alzheimer, parece que van por buen camino.
Artículo publicado el 21 de SEP. 2013, en el semanario Guía, de Ocotlán, Jalisco.
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