domingo, 12 de octubre de 2014

El colectivo

Quizás Yo sea muy “anticuado”, quizás no me termino de adaptar a los nuevos tiempos, o de entender este nuevo orden social, quizás los valores cambiaron, durante mi crecimiento. La realidad es que en la actualidad, las personas con más de 35 - 40 años lo expresan, con la misma pesadez y añoranza que un servidor, las nuevas generaciones no tienen gusto por nada, interés por nada y nada les satisface. No conocen ningún valor (respeto, compasión, civilidad, calma, altruismo, Etc.). Tan identificado está el detalle, que al observar los nuevos “antros” / bares / restaurantes que se abren en las grandes ciudades, han segmentado espacios por ciertas afinidades, es decir, se identifica con claridad el segmento de personas que tienen una economía más prospera y que tiene afinidades, vamos a llamar “tradicionales” o clásicas o conservadoras. Un trato cordial, amable y un ambiente pulcro, se sustenta en este segmento.

Cuando comencé a dialogar con algunos amigos, de diferentes latitudes, el común denominador fue que todos jugamos en la infancia en las calles, juegos colectivos, es decir el que llegara siempre era bienvenido. Nunca, salvo muy contadas excepciones hubo exclusiones, pero siempre había “caricias positivas”, cuando se iniciaba la formación de equipos, lo más fascinante era ser de los primeros en estar en el equipo de los “más grandes”. Ser el último en ser “encantado” o salvar a todos mis compañeros en las “escondidas” o el “bote pateado”.

Ahí cabían, todas las reglas sociales y nos permitieron quemar todo el exceso de energía que teníamos, debíamos ser incluyentes (TODOS eran bienvenidos), ecuánimes (TODOS el mismo trato), No existía el “bulling” (cada quien se enfrentaba a su agresor en manera personal, uno a uno, sin represalias ni abusos, el mismo grupo regulaba los comportamientos), pero siempre había una asociación en el juego, afinidades dentro del grupo, preferencias de comportamiento que te hacía, sin saberlo ni buscarlo, tener una sinergia con ciertos amigos, no importaba nunca la marca de tu ropa o los tenis, ni si tu sangre roja, morada o azul, solo diversión y juego.

Esa fatiga del juego diario y esa libertad de habitar el barrio (la calle, el parque, el campo de futbol, la escuela, etc.) nos dejaba relajados para la educación en casa, blanditos a la mirada o el llamado de los padres, a la primera instrucción y de buenas (disciplina), claro que hubo rebeldes y mal portados, pero estadísticamente creo firmemente que la mayoría de esa época, han logrado lo que se han propuesto. Es decir, su forma de ver la vida ha sido muy sana, muy dinámica y con buenos modos, basados en el esfuerzo personal.

Con el paso del tiempo, las nuevas familias y los nuevos espacios, los nuevos temores, decidieron no “arriesgar” a que sus críos convivieran en ese ambiente, por infinitas razones, desde inseguridad pública – hasta cuestiones elitistas. El caso es que no hubo (no hay) una manera natural de aprender a convivir en sociedad, a saber ser incluido e incluyente, a comprender que el grupo, es más fuerte que el individuo y de cómo entender que en todo grupo siempre debe de existir un líder, el cual debemos respetar y seguir, de que el grupo tiene reglas y afinidades invisibles, hay que “sentirlas”.

Como ayudar ahora a esta gran cantidad de personas, que han crecido con déficit de amor propio (autoestima), que viven “ensimismados” en una total pasividad, esperando aprender todo de la vida leyendo un libro o viendo series de tv o “recibiendo una descarga directa de instrucciones en su cerebro”, reamente no tengo estadísticas, ni información más precisa, pero definitivamente, es importante percibir este detalle y actuar en consecuencia.

Si queremos que nuestra sociedad mejore, sea educada y que tenga civilidad, debemos generar y comportarnos como lo que queremos ser individualmente, es decir, debemos provocar en nuestro propio entorno, motivar primero el amor propio de todos los que nos rodean, esto iniciará un proceso de “balance” / “equilibrio” interior, es decir un estado en el que todo lo vemos bonito, lindo y agradable. Así podremos proyectar nuestro interior hacia las demás personas, volviéndonos incluyentes y tolerantes.

El siguiente paso debería ser asociarnos. Formar sociedades civiles, grupos sociales, asociaciones. De la misma manera que en el barrio elegíamos al rudo, al hábil, al zagas, y así, hasta terminar el grupo. Es el tiempo de envolvernos y cobijarnos en grupo, institucionalizar estos, y desde ahí presionar a los nuevos políticos, que se intimiden no solo por el crimen organizado, si no por una sociedad viva, pujante, demandante, inquisidora, que observa cada uno de sus comportamientos sociales, movimientos económicos y le pide cuentas de sus actos.

El ser un líder (político, espiritual, o de cualquier índole) es de tiempo completo, no hay medias horas o diferentes mascaras para intercambiar, la persona debe rendir cuentas a sus seguidores o representados, en todos los ámbitos. Y la unión de grupos pueden tener la contundencia de destituir y/o renovar el que estén personas en la administración pública, renovar aéreas de esparcimiento, solicitar eventos artísticos, repartir / distribuir la ayuda del gobierno.

Es el tiempo de edificar la unión de la sociedad, es tiempo de buscar en los grupos, ese vacío personal que no permite la superación, es tiempo de renovar el liderazgo regional y de incluir a todos los segmentos de la sociedad, es tiempo de mostrar que el grupo siempre supera al individuo.

A mi mis timbres….


  • Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de diversión. Habib Bourguiba (político tunecino)
  • No hay mejor medida de lo que una persona es, que lo que hace cuando tiene completa libertad de elegir. William M. Bulger (Político estadounidense)
  • Reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de estúpidos. Erasmo de Rotterdam (Humanista neerlandés)
 

Cyber Note:

http://www.eluniversal.com.mx/computacion-tecno/2013/mitad-internautas-encuentran-empleo-81515.html Desde luego que el hablar de buscar empleo es algo delicado, pero si no eres tu propio patrón, es importante que siempre estés viendo el Mercado laboral y una posible “salida” rápida a un problema de desempleo, las empresas se conducen bajo el mismo esquema, te necesito – ya no te necesito.

Artículo publicado el 23 de NOV. 2013, en el semanario Guía, de Ocotlán, Jalisco.

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