El humano, ha
peleado contra la naturaleza por siglos, cada cambio de estación, Migrando a
zonas del planeta menos inhóspitas, donde se mantenga confortable y sin riesgo
de que el clima extinga su frágil vida.
Hay regiones del
mundo que llegan a tener temperaturas extremas, tanto de calor como de frio,
sus moradores tienen cierto “apego” al efecto de estos cambios y de hecho están
adaptados a vivir con estas inclemencias. En estos días y cuando se comienza
hablar de cifras record (de precipitación, de alta y baja temperatura o de
sequias prolongadas) nos llega la sensación de que el cambio climático, nos ha alcanzado.
Por más escéptico que se pueda ser, caes en el absurdo, cuando no lo piensas en
este sentido.
El fenómeno
meteorológico “Vórtice Polar” (para la mayoría de nosotros nuevo) está
provocando en la parte norte de estados unidos, temperaturas que rondan los -34
grados Celsius, No son “mínimos” históricos, pero si están poniendo en jaque a
gran parte de la sociedad americana (Canadá, USA y México).
Quizás son las
mismas corrientes de aire o las mismas depresiones térmicas de todos los años,
pero cada temporada, se vuelven más severos, extremosos y fuera de control,
exigiendo que se generen acciones para soportar estas inclemencias, desarrollando
tecnología e instrumentos que funcionen en esos rangos.
Quizás no lo ha
pensado, pero en este mismo momento ya se están desarrollando equipos
electrónicos (incluso ya deben estar en el mercado algunos) que sigan operando
a bajas temperaturas (que no distorsionen sus funciones, incluso que sean a
prueba de agua, y que su batería sea de larga duración), materiales para
construcción o casas que tengan la flexibilidad para seguir siendo cálidas, a
pesar de no contar con electricidad o gas. Hablando de lluvias, ya hay bastante
tecnología al respecto de contener desbordes de ríos y de conducir grandes
cantidades de agua, bobeo de alto volumen y uso prolongado.
Todas estas
“adaptaciones” como humanos, nos benefician como género, el problema real, es
que la tierra esta sobrepoblada, es decir, existimos demasiados humanos en este
planeta. Que usamos miles de productos que dañan los ecosistemas, los sacan de
balance y con ellos el frágil equilibrio natural.
Imagine la tierra
como una célula viva, que siente que parte de su superficie, está dañada o
lacerada, envía señales para poder reparar el daño, si observa, la única manera
es enviando agua. En forma de hielo o liquida, el elemento que arrastra con
todos los mugreros, es el agua. Divide los metales pesados se van sedimentando
y los frágiles se volatizan, reincorporándose a la naturaleza, claro que
tardara miles de años y que como género, nos afectara. Donde vamos a caber para
el 2050, si en la actualidad somos 7,136 millones de personas y para entonces
se espera (a la tasa de crecimiento actual) 37,900 mil millones.
Hace unos días
escuche la conferencia de un nutriólogo, que hacia el comentario que las
verduras y vegetales que consumimos, también se han adaptado, ya que a los
inicios del siglo antepasado contaban de 7-13 minerales en sus componentes,
ahora solo cuentan entre 5-9, por lo que nuestro cuerpo requiere que suplamos
de alguna manera adicional el faltante de estos elementos para una sana
nutrición.
De donde vamos a
alimentarnos, con forme pasen los años será más complejo conseguir alimentos
(climas extremos + mayor demanda), o se ha imaginado el día en que la barbarie
nos alcance y una debacle económica nos obligue a olvidarnos de celulares y del
dinero, solo nos quede el trueque y el trabajo personal.
El balance se debe
de hacer de alguna manera, y no sé exactamente como se dará, pero estoy por
demás seguro, que debe de existir un balance y este está a punto de quebrarse,
el mismo humano se encargara de nivelar la carga, porque la naturaleza no ha
podido, aunque sus manifestaciones son cada vez más severas. Lo más seguro es
que no me toque ver el desenlace de esta historia, pero lo que si me queda
claro, que la madre tierra escribirá las últimas notas.
A mi mis timbres….
- La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo. Epicuro de Samos (Filósofo griego)
- Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único. Agatha Christie (Novelista inglesa)
- La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse. Ernesto Sábato (Escritor argentino)
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