martes, 7 de septiembre de 2010

Se subieron al ring


Hace unos días, entre la polémica de las injurias del Señor Cardenal Juan Sandoval Iñiguez y de su polémico arrebato; surgió en una discusión, una interrogante, mas bien una charla típica de los miembros de la “Baba de Perico”, pero que no somos libres de elegir la mejor forma de vivir y de relacionarnos? Que no tenemos libertad de hacer lo que se nos pegue la gana? Efectivamente, Si somos libres y Si podemos elegir, si ante cualquier foro y ante cualquier institución podemos hacer lo que se nos ponga en gana, siempre y cuando no rompamos las leyes. Las leyes de este mundo las creo el “gobierno” o estado en el que vivimos, así cada país tiene las propias. En México las emiten la cámara de diputados, las verifica y ratifica la cámara de senadores listas para ser publicadas y ejercidas. En el supuesto caso de alguna discordia o controversia entre alguna instancia la suprema corte de justicia de la nación, las resuelve y dictamina el procedimiento a seguir.
Para los que somos creyentes, como yo soy católico, pues el libro del que emanan las leyes es la Biblia y quien nos guía y exhorta para su cumplimiento, incluso nos sancionan, es la iglesia representada por todo el cuerpo sacerdotal. Dentro de la Iglesia, los sacerdotes se rigen bajo un esquema muy similar a los militares en donde existen rangos y zonas de cobertura, sus propias normas internas y métodos de sucesión.
Hasta aquí todo luce correcto y cordial, pero quien norma las relaciones entre ambos cuerpos, las iglesias existentes en México, las instituciones, leyes y demás entidades de gobierno? Pues esta contemplado en el articulo 130 inciso “E” de la constitución que los representantes de las iglesias no deben de tener injerencia en la vida publica, llámese cabildeo político, proselitismo o manifestación política alguna; Textualmente “TAMPOCO PODRAN EN REUNION PUBLICA, EN ACTOS DEL CULTO O DE PROPAGANDA RELIGIOSA, NI EN PUBLICACIONES DE CARACTER RELIGIOSO, OPONERSE A LAS LEYES DEL PAIS O A SUS INSTITUCIONES, NI AGRAVIAR, DE CUALQUIER FORMA, LOS SIMBOLOS PATRIOS”. Entonces, por que espera el Señor Cardenal Juan Sandoval Iñiguez que todo siga igual después de ofender públicamente y reiterar que lo “dicho, dicho esta”, que todo siga en paz y armonía? Por que lacera la credibilidad de, quizá una de las instituciones mas emblemáticas de honradez, como lo es la SCJN? Si El Señor Cardenal no esta de acuerdo con las leyes de este país, o con algún acuerdo tomado en la política, puede expresarlo en los foros donde si es permitido. Lo que no debe es agredir y calumniar a los cuatro vientos y seguir como si nada hubiese sucedido. Hago la aclaración, que quizás el aceptar que las “parejas gay” tengan derecho de adopción solo es el complemento a la ley que reconoce la relación hombre-hombre, mujer-mujer y hombre-mujer como una unión legal o matrimonio.
Como todos somos ciudadanos libres en este país, incluso el libre albedrío nos permite elegir nuestro propio estilo de vida, aun como católicos, podemos vivir en la abominación o en el pecado permanente. Claro que con las penurias de conseguir el fuego infernal por la eternidad. Desde este punto de vista y sin dar el peso político y social que la investidura de cardenal representa, considero que El Señor Cardenal debe de manifestar una disculpa publica, a los cuatro vientos, que reestablezca la sana convivencia de las instituciones de gobierno o presentar una demanda por actos de corrupción en contra de la SCJN y quienes resulten responsables, Desde luego que El no hará ninguna de las 2 cosas y seguirá flagrantemente injuriando a quien o quienes osen presentar ideas que no sean acordes a lo que la iglesia católica considera el comportamiento del buen cristiano, o que a su juicio, distorsionen o pongan en riesgo el bienestar de la santa madre iglesia.
Como buen pleito, ambos lados pierden y se desprestigian; el único que parece saca raja, es Marcelo Ebrard, que en un afán de poner al cardenal en paz, inicio una demanda legal por daño moral en contra de representantes de la Iglesia católica, (La juez, María Magdalena Malpica Cervantes, confirma el inicio del procedimiento, cuyo expediente ha quedado radicado en la causa civil 1081/2010). Así pues aquí aun habrá mucha tela de donde cortar, por el bien de todos los mexicanos, seria sano que la secretaria de gobernación, desde la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos, específicamente Dirección General de Asociaciones Religiosas dirigida por Paulo Tort Ortega dar señales de vida y cortar de tajo un san Quintín que puede polarizar y liberar un sin numero de comportamientos racistas y separatistas. Se debe de actuar con diligencia y sigilo, ya que todas las huestes del PRD están limpiándose los bigotes ya que todos los reflectores están subiendo su popularidad, por otro lado el Señor Cardenal que ni se inmuta y siente que el pueblo no lo abandona, que es causa divina el no permitir que esos hijos pródigos cometan abominación y aun en pecado tengan derechos en este país donde mas del 87% somos católicos. He ahí el dilema, servir a Dios o servir al Cesar, Apoyar al Señor Cardenal o apoyar al gobierno de México. Mi pobre y triste pueblo a punto de festejar 200 años de la independencia y 100 de la revolución, entre zetas, narcos, gays, cardenales y gobernadores, Pos Cual Independencia y como que cual fiesta.

A mi mis timbres….
La iglesia nos pide que al entrar en ella nos quitemos el sombrero, no la cabeza. Gilbert Keith Chesterton (Escritor británico)
Sin piedad la justicia se torna crueldad. Y la piedad sin justicia, es debilidad. Pietro Metastasio (Poeta italiano)
El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas. Proverbio hindú

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