viernes, 18 de julio de 2014

La capucha

Quizás un artículo olvidado en el desván, pero puesto en boga desde 1994 por el Sub comandante Marcos, fue la capucha o una máscara tejida, con orificios que permitan tener claridad en la visón. Recientemente nos hemos acostumbrado a ver y aceptar, gente que cubre su rostro por diferentes razones, pero en todos los casos se escuda detrás de la capucha, para aislarse y sentir la libertad que se ejerce desde el anonimato.
¿Cobardía? ¿Para infundir pánico? ¿Para poder ejercer acciones sin padecer pena alguna? ¿Quitarse la presión social en la que estamos inmersos? Motivos y justificantes del uso de la capucha existe mucho y diversos, dependiendo del tipo de capucha (mascara) y bajo qué circunstancias las usamos.
El efecto que la capucha a iniciado a generar en la sociedad, es una fatiga, un cansancio y un desanimo social, de ver como salvajemente se destruye el patrimonio (incluso de la humanidad) de familias, como se atrapa a miles de conductores en sus vehículos, como se paralizan ciudades, secuestran camiones y aun se continua exigiendo posturas políticas a conflictos laborales. 
Recientemente vemos encapuchados, tomando las instalaciones de la UNAM, destruyendo vehículos en Michoacán, bloqueando autopistas en Guerrero, bloqueando el centro histórico de Oaxaca, haciendo plantones y desmanes por donde quiera. Entonces podríamos decir que la capucha es una “Carta de libertad” para todo aquel que quiera causar desordenes sociales sin que tenga que pagar por ello; A pesar de que donde aparecen en primer plano, se identifican los grupos que participan en marchas y mítines, ninguna autoridad ha tenido el valor de castigar y cobrar daños y perjuicios a los líderes de manifestantes, que tienen nombre y apellido, incluso presupuesto bastante oneroso para poder sufragar todos y cada uno de estos costos.
La pregunta obligada es ¿porque no actúa la autoridad? ¿porque no impone un estado de derecho? y restablece el orden, si el mismo estado es el patrón de estos “trabajadores”, ¿porque no existe un plan contingente para hacer frente a estos problemas?
Imagine por un momento que en medio de los destrozos del 1 de diciembre del año pasado, un ciudadano común, en medio del caos que generaron los encapuchados, en defensa propia disparara una bala en contra de uno de ellos. La noticia sería un “temeroso hombre, mato un encapuchado” o “muere un encapuchado en medio de desmanes”, lo más seguro es que el amarillismo obligaría a sacar del anonimato este cadáver y exigir todo el peso de la ley en contra del asesino material, además sería un mártir, casi un santo laureado y premiado por algunas universidades, siendo que murió cual vándalo sin ningún pizca de civismo. 
Como dice el dicho “hay muchas maneras de matar piojos”, haciendo referencia de cómo solucionar los problemas, el gobierno (en los 3 niveles) no quiere entender el mensaje del gremio magisterial que es claro y contundente, “no tenemos argumentos, por eso exhibimos nuestra fuerza” ante el tibio reaccionar de la autoridad tanto interna de la SEP (patrón) como de gobernación del estado mexicano.
No tengo ni la menor idea de hasta donde llegue el conflicto, pero cada día se sigue desbordando, es sano aplaudir a José Ramón Narro Robles (Rector de la UNAM) quien declaro que El “no va a negociar con encapuchados”, dejando en claro que quien vive en el anonimato pierde todo tipo de derechos, ya que se auto exime de cualquier responsabilidad.
Desde mi perspectiva personal, es sano manifestarse y exponer desacuerdo con la autoridad o con alguna acción que se juzgue inadecuada, pero el destruir y fustigar desde el anonimato, es de personas sin escrúpulos, falta de valor civil, denota nula cultura y respeto por la sociedad en la que vive. Si agregamos el agravante de que esas personas viven de educar a los futuros ciudadanos de este país, estamos en plena crisis y en la antesala de la anarquía y el caos.
Es muy cierto que es inmensamente mayor el porcentaje de maestros, que tienen el valor de pararse al frente de un aula e intentar forjar buenos ciudadanos de alumnos con infinidad de problemas personales y socioeconómicos, que los representados en marchas y mítines, lo mejor sería que el gobierno aplicara la máxima medica “diagnóstico precoz, tratamiento oportuno” y de tajo se deshiciera del ámbito magisterial a quienes desean imponer su voluntad por la fuerza.

A mi mis timbres….
  • La fuerza es el derecho de las bestias. Cicerón (político romano).
  • La violencia es el último recurso del incompetente. Isaac Asimov (Escritor estadounidense)
  • Los medios violentos nos darán una libertad violenta. Mahatma Gandhi (Político indio)

Cyber Note: http://www.informador.com.mx/multimedia/video/17159/ Una foto increíble de un par de mellizos que un poco tiempo después de haber salido del útero, estrecharon sus manos a modo de “acompañanse” y sentir la proximidad entre ellos.

Artículo publicado el 18 de May. 2013, en el semanario Guía, de Ocotlán, Jalisco.

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