Sin duda, una
de las fiestas más grandes a nivel nacional, se conmemora el 10 de mayo. Este
lazo entre hijos y madre, además de fuerte es muy expresivo, causa mucha
frustración la competencia entre hijos por manifestar el afecto a su
progenitora, se ven miles de maneras de demostrarlo, pero lo que nunca sucede
es que sea un día regular o común y corriente.
Hoy no me
gustaría machacar el consumismo y todo el despliegue comercial que la fecha
exige, hablaremos de como visualizan las madres, las mujeres que han gestado
una nueva vida, la celebración de esta fecha. Es obvio que mucho influye la
edad de los protagonistas, tanto de la madre como de los hijos.
Para fines
ilustrativos haremos 3 divisiones en las edades: menores de 30, entre 30 y 50,
mayores de 50; a todas les enternecen los detalles de los hijos, logros y
detalles interpersonales que solo ellas saben observar y valorar como oro
molido. Es increíble los cambios generacionales tan marcados, mientras una
mujer menor de 30, busca un espacio propio para convivir con sus círculos
sociales personales, compartir las responsabilidades en el hogar y tener
independencia tanto emocional como económica, provocando una relación hacia
dentro del hogar fría, “minimalista”, al igual que sus reglas, son muy de
seguir estereotipos. Mientras el grupo de las de 50+ debido a que están en otra
etapa de su vida, son muy atentas con su pareja y “arrimados” (nietos,
sobrinos, hijos, Etc.) se dan tiempo para tener actividades creativas y cuentan
con círculos sociales familiares en donde conocen nietos, sobrinos e hijos de
sus amigos. Son guía y soporte de sus hijos, en muchas ocasiones se desgastan
bastante por no dejar que sus hijos tomen el vuelo. Siempre su hogar es cálido
y lleno de detalles que lo hacen muy personal, siempre educaron con el ejemplo.
Por lo general buscan estar activas: trabajando medios turnos, participando en
grupos religiosos, asistir a asociaciones civiles y demás actividades que les
haga pasar los días de diferente manera.
El grupo de
transición, el de 30 a 50, es el que tiene hijos en etapas de definición
(adolecentes) que deben de ser estrictas, amorosas y atentas. Que desbordan
energía, pero les falta el tiempo, que quieren ayudar a toda la gente que les
rodea, les aconsejan, incluso las medican y les dan tantos consejos tienen en
su haber, pero que al final del día, caen como una roca en la cama. Que aun
dormidas siguen planeando todo lo que les falto terminar, ese pendiente que no
concluyeron el día que finaliza. Esta mujer, personalmente muy completa, está
acostumbrada a hace las cosas (hogar, tramites, contratar mantenimiento, etc.)
por ellas mismas, solo piden un poco de confianza y libertad, para poder
completar sus asignaturas.
Todas ellas,
tienen algo en común, hablan, sienten y expresan como su familia es, en México
tenemos una “mamitis”, tenemos un matriarcado disfrazado, una carga emocional
muy grande en ellas debido a que el hombre es creado para ser proveedor y no
más, simplemente aportar lo que se necesita y no hay más que hacer. Por
desgracia quienes exhiben el patrón del hombre proveedor es la madre a los
hijos y es quien lo fomenta, conserva y exacerba. El problema se verá en el
mediano plazo cuando exista una nueva generación de transición, cuando las de
30 pasen al grupo de 50+ y existan nuevas madres, deberán tolerar la
competencia de mujeres por un hombre, abiertamente, esto debido a que existe
una tendencia a criar a los hijos varones, con un gran cantidad de mimos,
adivinando sus necesidades y supliéndolas, incluso antes de que pidan algo, la
madre ya está supliendo lo que el niño/joven necesita. Nunca crecen en un
ámbito de competencia, en un ámbito de superación, siempre se mueven en un
confort cubierto por la madre.
Cuando llega a
edad adulta, el hombre no tiene argumentos para decidir por sí mismo, esta
desubicado y sin el poder de decisión al respecto de cualquier situación, mucho
menos esperar entablar una relación con una mujer que no sea proveedora, que le
exija dinero, tiempo y cariño. Lo que me alerta, es que cada día la expectativa
de las nuevas féminas, son más altas, necesitan un proveedor que satisfaga
infinidad de cuestiones económicas y sentimentales, pero el hombre no está
preparado ni para ser autosuficiente, no digo que sea proveedor, orillando a un
reacomodo social en donde la mujer que por naturaleza creció con alta
competencia y sentido de responsabilidad (así lo exigen las madres, que siempre
atiendan a los hombres de la casa) deberá de tomar el rol de proveedora. No
tengo muchas ganas de llegar a ver este efecto, pero tengo muchos años
observando esta situación; añada aproximadamente el 70% de clientes cautivos a
casinos son mujeres, el futuro será un hombre en casa, festejando el 10 de mayo
esperando a su pareja llegue del casino.
A mi mis
timbres….
- El hombre reina y la mujer gobierna. Vizconde de Ponson du Terrail (Novelista francés).
- Es curioso este juego del matrimonio. La mujer tiene siempre las mejores cartas y siempre pierde la partida. Oscar Wilde (novelista irlandés)
- La mujer adora al hombre igual que el creyente adora a Dios; pidiéndole todos los días algo. Enrique Jardiel Poncela (Escritor español).
Cyber Note: http://www.eluniversal.com.mx/articulos/77644.html
El nuevo google maps, ahora será más rápido de cargar, en especial en teléfonos
“inteligentes”, la verdad una herramienta de la cual nos esclavizamos con suma
facilidad.
Artículo publicado el 11 de May. 2013, en el semanario Guía, de Ocotlán, Jalisco.
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