En realidad en
una misma persona se aglutina la empleada domestica, la obrera, la sexy y
sofisticada, la amante que atiende a la pareja con amor y cariño, y por si
hiciera falta la que cuida y brinda amor a sus críos. Se escucha bastante
complejo, pero si observamos a las nuevas mamacitas, llegamos a concluir que
aspiran a esto y más, sin embargo toda esta exigencia (propia y socialmente) está
atrofiando a la mujer en el intento de
ser madre y desplazando o absorbiendo más responsabilidades de las que
deberían tener.
Ahondando en
este nuevo rol, el hecho de trabajar y percibir un salario, debería de
disminuir o compartir roles dentro del hogar, roles rutinarios como limpieza:
de ropa, muebles y demás trabajos. Las compras de alimentos o enseres simples
para el hogar, En fin, algo que no está sucediendo. El privilegio de poder atender
minuciosamente los detalles, la capacidad de tener memoria fotográfica y tener
una alta sensibilidad y expresión de sentimientos, las hace ser las primeras en
despertar y las ultimas en ir a la cama, el planificar el día mentalmente, “uniformes,
comida, transporte, cumpleaños de amistades y familiares, ir a la oficina”;
provocan muchas veces el sentirse usadas, fracasadas o sobre explotadas, amén
de trabajar y tolerar a los hombres que las acosan por ser guapas o lucir como
diva desde las primeras horas del día.
Desgraciadamente,
al final del día, llega la evaluación de los logros y de los “pendientes” no
resueltos durante este día que termina, “recargándose” el nuevo día que se
espera, acumulando frustración y subiendo el nivel de estrés. Cualquier tiempo
extra en el trabajo, algún evento no planeado que sube el estrés al máximo
(auto averiado, lavadora descompuesta, se termino el gas, el niño se enfermo y
no lo aceptan en la guardería, mi mamá/papá se enfermo) suben exponencialmente
el estrés, agréguele que cada mes las hormonas hacen de las suyas, renovándose
todas ellas y desechando los óvulos no fecundados.
El don de
generar la vida y crear un nuevo ser humano, es exclusivo de la mujer, pero el
criar y educar los hijos es cuestión de la
pareja (aunque hay infinidad de familias donde la mujer está sola), por lo que
es vital que se deje los viejos estereotipos del macho que tiene vicios
(tabaco, alcohol o drogas por mencionar algunos), que es bruto y solo
“sostiene” la economía del hogar.
Toda esta
nueva realidad, provocan la desatención (obligada o no) de los hijos o la
pareja, por lo que las relaciones se vuelven ríspidas, provocando ansiedad y
sentimiento de culpa por parte de las madres. Aquí es donde todos los
integrantes de la familia deben de valorar y alivianar esta carga emocional y
física, donde cabe la menor ayuda, donde se puede al menos expresar con
gratitud el valor del esfuerzo que con amor y paciencia la madre otorga sin
nada a cambio, más que el bienestar de la familia.
Un último
punto, madrecitas de hoy, nunca olviden ser femeninas, de tener ese toque
especial de mujer, no se requiere que todo el día (y todos los días) estén
inmaculadas y maquilladas, ¡No! Eso solo sucede en las novelas de TV, lo justo
es un atuendo pulcro, en lo posible cómodo y que las haga sentir bellas, para
que cuando llegue un evento especial, su
belleza irradie e ilumine el salón del evento.
Esa delicadeza
de lo femenino, es el balance al interior de la familia, es el apapacho a los
hijos, incluso a la mascota, es el enseñar cómo se debe demostrar que se quiere
con una caricia, con una sonrisa, con un beso.
Este nuevo
rol, debe dejar de competir con el hombre, debe guiarlo a que El se supere,
aporte más al bienestar familiar, que lo incluya en la planificación diaria y
que no le quite responsabilidades que históricamente son del género masculino,
que fomente un entendimiento de lo que les agrada y emociona (abrirme la
puerta, regalarme un detalle, verte bien rasurado y perfumado) para que el
pueda proporcionar esos satisfactores que logran armonizar la pareja. Creo que
este es la época en que la mujer es más libre e independiente que nunca, ese mismo
logro las encadena y paraliza, se dice que “el hogar es el reflejo del alma de
la mujer”, quizás tiene mucho de cierto, pero “es el reflejo de la familia que
la habita” lo que debería de ser, fomentemos la participación de todos en el
hogar y la felicidad llegara al tener un poco más de tiempo para demostrarnos
amor y comunicarnos efectivamente.
Un sincero
reconocimiento a Todas las madres en su día, que ese calor humano nunca se
enfríe, que sigan siendo guía de su hogar y un puerto para el amor.
A mi mis
timbres…..
- El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin. Auguste Comte (Filósofo francés)
- Si tu corazón no arde, muchos morirán de frío. Madre Teresa de Calcuta (Misionera Albanes)
- La belleza es la frente, el amor, la corona. Víctor Hugo (Novelista francés)